Hace ya algún tiempo me encontré con esta imagen en Internet, en una de esas búsqueda que sin saber cómo llegar a encontrar cosas que no estas ni siquiera buscando. Al verla me acordé de Galileo Galilei por ser el primero en la invención del telescopio. Así, me puse a pensar en dedicarle un post a este gran genio en este apartado de Astronomía, ahora un tanto olvidado en el blog.
Galileo Galilei nació en Paris el 15 de febrero de 1564. ¡El 15 de febrero! Las casualidades de la vida. Falleció el 8 de enero de 1642 en Archetri, Florencia. Estudió en la Universidad de Pisa y en la Universidad de Padua. Astrónomo, filósofo, matemático y físico, es conocido por fundamentar las bases de la mecánica moderna y por sus observaciones telescópicas astronómicas. Se le considera el padre de la astronomía moderna, el padre de la física moderna, o incluso, el padre de la ciencia.
En mayo de 1609, Galileo recibe de París una carta del francés Jacques Badovere, un antiguo alumno, quien le confirma un rumor insistente: la existencia de un telescopio que permite ver los objetos lejanos. Fabricado en Holanda, este telescopio habría permitido ya ver estrellas invisibles a simple vista. Con esta única descripción, Galileo construye su primer telescopio. Al contrario que el telescopio holandés, éste no deforma los objetos y los aumenta 6 veces, o sea el doble que su oponente. También es el único de la época que consigue obtener una imagen derecha gracias a la utilización de una lente divergente en el ocular. Este invento marca un giro en la vida de Galileo.
El 21 de agosto, apenas terminado su segundo telescopio (aumenta ocho o nueve veces), lo presenta al Senado de Venecia. En la demostración, los espectadores quedan entusiasmados: ante sus ojos.
Durante el otoño, Galileo continuó desarrollando su telescopio. En noviembre, fabrica un instrumento que aumenta veinte veces. Emplea tiempo para volver su telescopio hacia el cielo. Rápidamente, observando las fases de la Luna, descubre que este astro no es perfecto como lo quería la teoría aristotélica.
Galileo, por su parte, observó una zona transitoria entre la sombra y la luz, que no era para nada regular, lo que por consiguiente invalidaba la teoría aristotélica y afirma la existencia de montañas en la Luna. Galileo incluso estima su altura en 7000 metros, más que la montaña más alta conocida en la época.
En pocas semanas, descubrirá la naturaleza de la Vía láctea, cuenta las estrellas de la constelación de Orión y constata que ciertas estrellas visibles a simple vista son, en verdad, cúmulos de estrellas. Galileo observa los anillos de Saturno pero no descubre su naturaleza. Estudia igualmente las manchas solares.
El 7 de enero de 1610, Galileo hace un descubrimiento capital: remarca 3 estrellas pequeñas en la periferia de Júpiter. Después de varias noches de observación, descubre que son cuatro y que giran alrededor del planeta, los satélites.
Sin esta invención, hoy en día, no podríamos apreciar la belleza de las estrellas y la perfección cósmica.
Muy chulo el post.
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