Los perritos de las praderas, nombre por el que se conoce a los Cynomys, se caracterizan por el peculiar sonido que producen, muy parecido al ladrido de un cachorro de perro doméstico. Alcanzan hasta 1-1,5 kg.
Posee cuatro patas que usa para desplazarse, no obstante, las dos patas traseras son más cortas y suficientemente fuertes como para poder mantenerse en posición erecta para vigilar, comer o relacionarse con otros miembros de la colonia. Su pelaje es básicamente marrón exceptuando la zona del vientre que posee un tono más claro y la punta de la cola que es de color negro.
Los perritos de la pradera son animales muy sociables. Las familias se constituyen de un macho y entre dos y cuatro hembras. Su madriguera llega a ser de 6 metros de largo a 2 metros de profundidad.
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